A lo largo de la historia las personas han coleccionado desde artes, joyas, tierras, bienes escasos y valiosos, pero en la actualidad, los activos también han pasado a la era digital.
La propiedad de esos activos y su autenticidad ha sido manejada por sistemas centralizados sustentados en papel, que en muchos casos dejan espacio para las estafas y también se vuelve un poco engorroso el proceso de transferencia entre ellos.
Hoy en día la compra-venta de algunos activos se puede hacer de forma digital, descentralizada, confiable, verificable y transferible de forma sencilla mediante un sistema de cadena de bloques.
A pesar de que las representaciones digitales de activos físicos no son nuevo ni novedoso, ni tampoco el uso de identificación única, cuando combinas ambos beneficios en una cadena de bloques de contratos inteligentes que no se puede manipular ni falsificar, es muy bueno y potente formar parte del mercado de este tipo de activos.
Cuando hablamos de activos pueden ser fungibles o no fungibles. La fungibilidad es la capacidad que posee un activo para ser cambiado por otro activo del mismo tipo o de forma equivalente.
Por ejemplo, un billete de $20 es un activo fungible que puede intercambiarse por otro billete de la misma denominación, no pierde su valor, y se consume al ser utilizado o gastado.
Sin embargo, los activos no fungibles tienen atributos únicos que se valoran de forma diferente.
Para entender que es un sistema NFT debes conocer que un token es una unidad de valor que se crea mediante una organización para manejar un modelo de negocio y suministrarles a los usuarios la capacidad de interactuar con sus productos, que en ello incluye la distribución, transferencia y otras operaciones entre los accionistas y/o usuarios.
Ahora bien, expliquemos entonces que es un token no fungible.
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Un token no fungible es un activo digital único, que se crea usando la misma programación que se utiliza para las criptomonedas. Estos son irrepetibles, únicos e indivisible, no se pueden intercambiar ni comercializar de forma equivalente a otros activos criptográficos, además se sustentan en la tecnología blockchain.
Los NFT se diferencia de las criptomonedas porque estas son fungibles, es decir, pueden intercambiarse entre sí.
Los NFT son activos digitales que simbolizan o representan objetos coleccionables en línea (internet), estos pueden ser des música, juegos y arte. Cada NFT tiene un certificado auténtico, no se puede falsificar ni manipular de ninguna forma y se intercambian (compra-venta) con criptomonedas en mercados de NFT que son sitios o plataformas creadas para tal fin.
Los NFT en su mayoría residen en una cadena de bloques de la criptomoneda Ethereum, que es como un libro mayor público distribuido el cual registra todas las transacciones que se hacen dentro de ella.
Es una base de datos distribuida que se comparte entre los nodos dentro de una red informática. La información se recopila y almacena en grupos, conocidos como bloques.
Estos bloques poseen cierta capacidad de almacenamiento, que, al llenarse, se cierran y proceden a vincularse al bloque previamente lleno, formando de esta manera una cadena de datos llamada blockchain. Cada bloque cuando se agrega a la cadena recibe una marca de tiempo.
Las cadenas de bloques almacenan datos en bloques que luego se vinculan mediante criptografía y a medida que se va ingresando nuevos datos, se va ejecutando en un bloque nuevo; ese procedimiento hace que se encadenen en orden cronológico.
¿Qué es Ethereum? Es una plataforma de software global y descentralizada, inducida por tecnología de cadena de bloques (blockchain) y es conocida por su criptomoneda nativa llamada “Ether” o “ETH”. El Ethereum puede ser usado por cualquier persona para crear cualquier tecnología digital segura que le pase por la mente. Esta plataforma posee un token que funciona en la red blockchain y puede ser utilizado además como método para cancelar el trabajo realizado en la cadena de bloques.
Los cuales poseen información almacenada en ellos que es valiosa, y debido a esos datos facilitan la validación y verificación de su propiedad, permitiendo así la transferencia de estos entre propietarios.
Los tokens no fungibles tienen un valor establecido principalmente por el mercado y la demanda, lo que les permite comprarse o venderse como cualquier otro tipo de mercado de arte físico, pero aquí estamos hablando del ámbito digital.
La blockchain provee seguridad a través de sus protocolos y la tecnología de contratos inteligentes que se crean y desarrollan para la gestión de tokens no fungibles.
Un contrato inteligente es un medio principal que crean los desarrolladores para administrar tokens en una cadena de bloques. Es un código que se ejecuta en el contexto de una red blockchain, el cual permite que cada usuario o participante verifique las operaciones de cambio de estado en la red.
En estructura de datos comunes los contratos inteligentes pueden almacenar pequeñas cantidades de datos, que en el uso de tokenización asignan identificadores tanto a los tokens como a los propietarios para así poder saber y rastrear quien posee que token.
Te preguntarás, si compro un NFT que es un activo digital, ¿Dónde debo guardarlo? Para hacerlo, necesitas una Wallet o monedero digital, el cual te ayudará a almacenarlo y también comercializar tus NFT. Así mismo también sucede con las criptomonedas que hacen uso de estas aplicaciones para guardar sus recursos en internet.
Algunas de las más conocidas y utilizadas son:
Realmente cualquier activo se puede representar como un token no fungible, bien sea físico o digital, y dentro de los NFT más comunes son:
Un artista, un creador o incluso un titular de una licencia puede crear un token no fungible mediante el proceso de acuñación (mintear).
Este proceso se lleva a cabo firmando una transacción de cadena de bloques con las plataformas de mercado de NFT a fin de describir los detalles o características fundamentales del token. El cual, se activa y transmite a la cadena de bloque a través de una función de contrato inteligente que crea el token y se le asigna al propietario.
Si un propietario de un ID de token dado quiere transferirlo a otro usuario, se puede verificar la propiedad y también reasignar el token a un nuevo propietario.
Uno de los primeros pasos es poseer una criptomoneda y almacenarla en una billetera digital, y la mayoría de los NFT solo se pueden comprar con Ethereum. Una vez cumplas ese paso, ya podrás comprar a través de cualquiera de los mercados tu NFT en línea. Los más populares y utilizados son OpenSea y Rarible.
El uso de la tecnología de cadena de bloques, así como la utiliza las criptomonedas hacen que los NFT sean seguros, ya que, por su naturaleza o configuración hacen que sean difíciles de falsificar, aunque no imposible.
Una de las desventajas o riesgos de seguridad para tu NFT es si la plataforma que aloja tu NFT cierra, pues, pierdes el acceso a tu token no fungible.
El hecho de ser activos no tangibles, para algunos puede resultar desventajoso, porque son activos y/o obras de artes digitales que se encuentran en una red de ordenadores, es decir, no pueden considerar un objeto como tal.
El procesamiento de los activos digitales consume grandes cantidades de energía, y existe una preocupación actual si la energía suministrada para tal fin no es renovable, imagina el impacto que estas acciones puedan traer en relación al cambio climático.
