Hay un punto de no retorno cuando te lanzas al agua de crear una identidad visual de una marca con manual corporativo y todo.
Es ese punto en el que todo está listo y tienes las de arrasar con el mercado.
Pero, puede que exista un problema de funcionalidad que engloba al diseño de la marca de tu negocio y llegará un momento en el que tengas que replantearte la decisión de hacerla de cero.
Puede que no conozcas como rediseñar tu marca o puede que tengas nociones sobre el restyling… en algún momento tenía que suceder.
Y es que no solo pequeñas marcas han pasado por este proceso, grandes empresas como BBVA o Pepsi-Cola han decidido dar un nuevo significado a las identidades de sus marcas.
Cabe destacar que la funcionalidad no es lo único que puede desencadenar el rediseño o refrescamiento de una marca, también lo puede hacer la posibilidad de conectar con otras audiencias, personalidades y países.
Lo cierto es que abajo te daré consejos para saber identificar si es momento de rediseñar tu marca o no y cómo encontrar la oportunidad perfecta para hacerlo.
Contenido del artículo
Un logotipo, imagotipo, isologo o isotipo son más que una representación gráfica de tu marca.
Te diferencia de tu competencia y te hace un lugar en el mercado en el que puedes fácilmente ser el preferido entre montones.
Es una representación gráfica de otros elementos y beneficios que no siempre son tangibles, la ya mencionada fidelidad y la permanencia en la memoria de tus consumidores también están implícitos en el branding de una marca.
Si una identidad está fallando así sea en uno de estos detalles, ya es un motivo para hacer un restyling.
Existen dos términos que se utilizan de forma frecuente en el mundo del rebranding, y son restyling y refrescamiento de marca.
Un refrescamiento significa un ajuste de detalles que hacen vida dentro de una identidad, en cambio, un rediseño significaría el cambio total de logotipo o identidad de una marca.
Si no te sientes conforme con el resultado que tienes de tu marca y preguntas a todo mundo, te dirán que la rediseñes por completo.
Pero lo más importante siempre es responder de forma honesta si en realidad es necesario hacerlo o no.
Si estas preguntas tienen al menos una afirmación, entonces, no se trataría de un rediseño como tal sino de un refrescamiento sutil de uno o pocos elementos de la identidad.
Quiero decirte que es importante que analices cada uno de estos detalles con cabeza fría, y tomando en cuenta que los cambios repentinos y sin fundamentos en ocasiones pueden crear una contraproducencia.
Para darte un ejemplo, puedes imaginar que tu identidad es un logotipo cuya tipografía tiene un aire de antigüedad que no transmite nada a generaciones de jóvenes que ya están acostumbrados a percibir un tipo de tipografía de palo seco.
En caso de que ese sea tu público objetivo, el rediseño estaría bien justificado.
Ya que estás buscando ajustar tu marca al público al que en realidad están dirigidos tus productos o servicios.
Hablábamos más arriba que la funcionalidad es el primero objetivo de todo diseño.
Y si no es funcional ni para el entorno online ni para su uso en medios impresos entonces es necesario un rediseño total de la identidad de marca.
Puedes identificar también si es momento de hacerlo si los valores de tu negocio han cambiado y tus objetivos para con él ya no son los mismos de cuando lanzaste tu marca al mercado.
La evolución es necesaria, ninguna marca puede sobrevivir a 100 años sin ajustar sus productos o servicios a las necesidades de sus consumidores, ya que no todas las generaciones son iguales o atraviesan las mismas problemáticas.
Si estás trabajando en una marca personal, estos cambios serán aún más notorios.
Ya que nadie es una misma versión unos diez años seguidos.
En términos generales, si es una identidad que se adapta rápido a medios offline pero que al pasarlo a un sitio web no funciona como debería hacerlo entonces ahí sí tienes un problema que debes solucionar.
Estudiar a tu audiencia es lo que a final de cuentas hará que puedas definir si en realidad es necesario hacer un refrescamiento o un rediseño total de tu marca.
Además, de estudiar con anterioridad antes de adentrarte a diseñar, cuáles son los elementos gráficos y compositivos que irán acorde a lo que vas a transmitir como marca.
Porque lo que transmites es lo que más importa ante los ojos del consumidor y de potenciales clientes.
Nadie quiere quedarse con el amor millonario pero frívolo si tiene su amor modesto pero real…
Espero leerte en la próxima, te mando un abrazote casi decembrino.
Este texto ha sido escrito por @soyamandarebeca para Neetwork.