Muchos profesionales del marketing hablan de crear contenidos de valor. Pueden surgir muchas ideas, pero hay que elegir una y que precisamente le de ese valor.
¿Qué significa que un contenido tenga valor? Y si tu contenido ofrece valor, ¿está garantizado que tenga éxito?
Pues la respuesta corta a esta última pregunta es: No.
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Hay muchos factores que influyen en el éxito. Pero es más probable que alcances tus objetivos si primero examinas tus ideas de contenido.
Es por eso que hoy tengo estas 4 preguntas que podrían ayudarte. Usa esta lista de comprobación para confirmar qué ideas merecen la pena.
Este es el criterio más importante. Si se invierte tiempo y dinero en elaborar un contenido que nadie ha pedido realmente, lo más probable es que no funcione. Es como hacer una tarta de chocolate y luego invitar a personas intolerantes al gluten a disfrutarla. Puede que el pastel esté delicioso, pero los invitados no lo comerán.
Entonces, ¿cómo puedes asegurarte de que una idea de contenido coincide con un deseo o una necesidad real de tu público?
En primer lugar, hay que establecer un proceso de sincronización con un representante de ventas y un representante de atención al cliente (si procede) para averiguar qué curiosidad tienen los clientes actuales. ¿Se ajusta tu idea a esas curiosidades o preocupaciones?
En segundo lugar, realicemos una investigación de preguntas o palabras clave sobre tu idea para ver si se encuentra entre las preguntas que la gente hace o la información que intenta encontrar.
Hay muchas herramientas que pueden ayudarle a hacerlo. Entre ellas:
Cuando encuentres palabras clave que coincidan con tu idea de contenido, ¿cuál es el volumen de las palabras clave? Un volumen más bajo está bien si estás creando contenido para la parte inferior del embudo, pero si estás tratando de llegar a un público más general, es posible que quieras una idea de contenido con un mayor volumen de palabras clave relevantes.
También puedes utilizar este proceso no sólo para verificar tu idea, sino para mejorarla y reforzarla en función de los nuevos ángulos que descubras.
Se te ocurre una idea y obvio, te parece fantástica. Encaja con la marca, ayuda a tu público objetivo y tu equipo puede crearla con tiempo y recursos disponibles.
Pero asegúrate de comprobar que la idea no se ha hecho antes. A menudo, esto es tan sencillo como una búsqueda en Google, pero no solo se buscan coincidencias directas.
Por ejemplo, digamos que la idea es escribir un post sobre los regalos favoritos para San Valentín en todo el país. Una búsqueda rápida de "los mejores regalos de San Valentín por estado" revela que muchos sitios web han publicado contenidos sobre esta idea.
Ahora podríamos decir que a la gente le encanta este tipo de contenido, que es la razón por la que tantos sitios lo están haciendo. Y tú tienes una nueva forma de escribir sobre qué dulces son los más populares. Pero si su contenido no suele competir con sitios populares, es posible que no quiera lanzar su versión de esta idea al ruedo. El público ya ha visto la misma idea varias veces, y no tendrá el mismo atractivo que algo nuevo.
Aunque tu idea ya esté hecha, no tienes por qué abandonarla inmediatamente. A menudo hay formas de pivotar y descubrir un concepto aún más interesante.
Aquí dejo algunas preguntas para orientar ese giro de ideas:
Al ver las versiones publicadas de esta idea, ¿qué nuevas preguntas y curiosidades se le ocurren? (Ejemplo: ¿Cuántos estados prefieren el chocolate frente a los caramelos de goma?)
¿Qué comentarios u observaciones hizo la gente sobre el contenido publicado? ¿Insinúan o identifican explícitamente nuevos ángulos a explorar? (Ejemplo: una llamada de atención sobre un fallo en la metodología)
¿Podría aplicarse esta misma metodología de estas ideas publicada a otro concepto? (Ejemplo: ¿Cuál es el disfraz más popular, las películas de terror favoritas, etc., por estado?)
¿Hay alguna manera de profundizar en esta idea para obtener una visión más específica? ¿Es necesario tener una visión más amplia? (Ejemplo: la evolución de los dulces favoritos de cada estado cambia a lo largo de los años)
¿Podemos utilizar los datos u otra información para mostrar una nueva perspectiva? (Ejemplo: ¿Qué caramelos favoritos tienen más azúcar para determinar qué estados son los más golosos?)
Si te tomas el tiempo de conocer lo que se ha publicado en relación con tu idea, podrás perfeccionar tu concepto y asegurarte de que sea fresco e interesante.
Rara vez una pieza de contenido cumple todos sus objetivos de marketing de contenidos. Si intentas que cumpla varias tareas, es más probable que acabes fracasando en todos los aspectos.
Cada pieza de contenido debe tener un objetivo principal y objetivos secundarios, como por ejemplo
Tus objetivos pueden coincidir, pero cada pieza de contenido debe tener un objetivo específico para dar forma a la idea, de modo que el contenido y la promoción resultantes ofrezcan lo que tu organización espera.
Al elaborar un calendario editorial, incluye tus objetivos generales de contenido en la parte superior y anota el objetivo de cada pieza de contenido para que tú y tu equipo se centren en su propósito al planificar y crear el contenido.
Para que tu público se interese por tu contenido, éste debe provocar una respuesta o una emoción. ¿Tu idea lo hará? La pregunta es un indicador para determinar si tu contenido es importante.
La reacción no tiene por qué ser "emocional". Piensa en el contenido de cómo hacerlo. Suele ser sencillo, pero cuando se hace bien, deja al lector con una sensación de alivio y, finalmente, de logro.
Pregunta antes de crear
El valor de tu contenido comienza antes de su creación. Comienza en la fase de la idea. Si te planteas, y respondes, estas cuatro preguntas, es más probable que tu idea mejor desarrollada cree algo que tu audiencia y tu negocio quieran.