Existen muchos elementos importantes y decisivos cuando queremos determinar las características de un clima laboral óptimo.
Debemos contemplar variables espaciales, psicológicas, sociológicas e incluso personales, en cada uno de nuestros empleados.
Y, además, revisar la estructuración y distribución de roles de forma constante, con el fin de constatar el equilibrio.
Son pocas las ocasiones, en las que encontramos empresas donde todos los empleados están satisfechos con sus roles, y las responsabilidades inherentes a el.
Casualmente, este tipo de empresa, donde el ecosistema está balanceado, y sus miembros son felices, tienen niveles de éxito altamente superiores al resto.
Cuando formamos nuestra empresa, nuestra concepción de ella, debe estar enfocada a que en sus fases operativas, posea características de un clima laboral óptimo.
Las características de un clima laboral, podrán ser determinadas a través de indicadores puntuales, que dependerán de la distribución de los puestos en una empresa.
Basado en la estructuración general, diversos sistemas de puntuación, deberán definir los niveles de exigencia que plantearemos a cada miembro del equipo.
Los niveles de recompensa que lo mantendrán constantemente motivado, las oportunidades de ascenso, y la valoración del mérito en todos los aspectos.
Y, son muchos otros los factores a tomar en cuenta, que naturalmente, te explicaremos uno a uno.
Enfatizando en la importancia de poseer en nuestra empresa, las características de un clima laboral adecuado, hemos investigado los elementos más relevantes, y en estas líneas, os los definiremos.
Además, de brindaros recomendaciones puntuales para mejorar en este aspecto, y así incidir positivamente en la productividad de la empresa. ¡Hagámoslo!
Lo primero que debemos tomar en cuenta, es la estructuración y organigrama de nuestra empresa.
A través de la definición y delimitación de cada uno de los roles en nuestra estructura, cada empleado tendrá claras sus funciones.
Una de las condiciones más perniciosas en un clima laboral, es que los trabajadores ejerzan funciones muy diversas, o peor aún, sus funciones no estén del todo claras.
Sin esta claridad, podemos dar pie a muchas situaciones complejas en el seno de nuestra compañía, y fomentar disputas entre los trabajadores.
Definir estructuras claras, basadas en el organigrama, y aclarar ad initium estos particulares, será nuestro primer paso.
El desarrollo físico de nuestras tareas en el trabajo, es un elemento de los más capitales en la búsqueda de las características de un clima laboral ideal.
Por ende, un espacio de trabajo amplio, iluminado, limpio, y en condiciones estéticas óptimas, será esencial para nuestros fines.
Está comprobado científicamente, que el desorden, en nuestra percepción visual, crea sensaciones de estrés.
La ligereza, la presencia de luz natural, y un orden perfecto en constante mantenimiento, zanjarán nuestro camino.
La temperatura del recinto laboral, generalmente debe ser baja, a causa de mantener los equipos de cómputo en temperaturas ideales para su funcionamiento pleno.
Aun así, en casos especiales, de personas intolerantes al frío, o con poca resistencia a este, la posibilidad de tener termostatos en cada uno de nuestros macroambientes, jugará a nuestro favor.
Algunas compañías penalizan las relaciones interpersonales entre empleados. Aunque parezca un exceso, parecen haber justificaciones.
Eventualmente, la profundización de relaciones personales entre empleados de una misma corporación, puede traer efectos perniciosos.
La objetividad en el desempeño de las funciones de cada empleado, será su primera virtud.
Y, desarrollar afectos, nubla parcial o totalmente la capacidad de ser objetivo en muchos casos.
Prelar, o prohibir el entablar relaciones entre empleados, será tema exclusivo de los fundadores. Y, dependerá del enfoque orientado de su análisis.
Aunque las líneas de trabajo en una compañía deben ser la prioridad de los enfoques de cada trabajador, siempre debe existir un espacio vital de funciones, en el que cada empleado pueda tomar decisiones.
Empoderar a nuestros empleados, trae ventajas en su sensación de estabilidad a nivel psicológico.
Insistimos en la importancia de las líneas de trabajo, y los marcos de acción que nuestra empresa tenga definidos. Aun respetando esto, es posible dotar de libertades a cada miembro del equipo.
Exigir y desafiar constantemente a nuestro equipo de trabajo, es un hábito positivo, si no rompemos el equilibrio.
Existen límites para los desafíos y los niveles de exigencia.
Los retos sencillos, desanimarán a nuestro personal, pero los desafíos demasiado complicados van causar estrés y en algunos casos, depresión.
Lo recomendable, es estudiar miembro por miembro, analizar su desempeño, y de forma escalonada enfrentarlo a retos razonables, acordes con su rendimiento general.
Esto, no solo hará mejorar significativamente a nuestro personal, sino que también los hará sentirse capaces de enfrentarse a situaciones desafiantes, dentro y fuera del entorno de trabajo.
Así como retemos, debemos recompensar.
Recibir recompensas por cada trabajo bien hecho, es el estímulo más grande que una empresa podrá dar a sus empleados.
No necesariamente debemos basar nuestros niveles de recompensa en bonos de productividad, o alguna suerte de bonificación económica.
En la mayoría de las ocasiones, una frase motivadora de nuestro jefe, o un reconocimiento verbal, subirán la autoestima de nuestro equipo.
Reconocer un trabajo bien hecho, y halagar a su hacedor, es la base de una de las características de un clima laboral positivo.
De la misma forma, por supuesto, la oportunidad de ascender, basados en el mérito de nuestras acciones y rendimiento, planteará una recompensa ideal.
El espíritu de cooperación, es un elemento a inculcar en cada uno de nuestros activos humanos.
Siempre, bajo el marco del respeto de los roles que mencionamos anteriormente, la promoción de la cooperación entre miembros es un hábito de ganadores.
A veces, el refrán que reza que una mano tapa a la otra, es cabalmente cumplido.
Cooperar, ayudar a nuestros pares y construir un ambiente de aprendizaje, será una de las características de un clima laboral ideal.
Estandarizar procesos, fijando procedimientos claros y constantes, además de aumentar los índices productivos, hará más ameno el clima laboral.
La búsqueda de la excelencia en los productos y servicios de nuestra empresa, será siempre, por supuesto, el horizonte.
Y, una forma de disipar las dudas en esa búsqueda, es a través de la estandarización y fijación de procesos esenciales, que signarán el marco de acción de nuestros elementos humanos.
Aunque nuestros esfuerzos para evitar cualquier suerte de conflictos sea inmensa, la aparición de estos, es casi inevitable.
El tema está, en la manera de tratar los conflictos en nuestra empresa.
Cuando hablamos, y nos expresamos de forma clara, responsable y respetuosa, cualquier conflicto será resuelto brevemente, y la cordialidad no estará perdida.
Es importante que creemos espacios y puestos de trabajo que se dediquen a la identificación y resolución de conflictos.
La paz es el pilar de la felicidad. Y un empleado feliz, es un empleado productivo. Jamás olvidemos este axioma.
Muchas veces, el marketing de nuestra empresa, busca introducir ideas en nuestros clientes potenciales.
Sin embargo, a los primeros que debemos convencer de que trabajan en la mejor empresa, en pro de los mejores productos es a nuestro equipo.
Identificar a cada uno de nuestros elementos con los valores de la empresa, nos asegura el compromiso de total de nuestros empleados.
Un trabajador comprometido, siempre dará más que otros, y siempre buscará los mejores resultados.
Ya tienes consejos generales sobre cómo crear las características de un clima laboral que cualquier empresa desearía, y que las mejores corporaciones ya tienen a sus adentros.
Ahora, es necesario que puntualicemos, y dejemos claro todo el tema.
Estos son los diez aspectos importantes que deberás tomar en cuenta en la construcción de las características de un clima laboral de éxito.
Trabajar en pro de tener las características de un clima laboral idóneo, es un asunto clave en el proceso de construcción de una empresa exitosa.
La búsqueda del equilibrio en nuestro sistema corporativo, debe ser un tema cotidiano en nuestro génesis, y un objeto de atención constante una vez alcanzado.
Recordemos siempre, que cada ecosistema encuentra su propia vía al equilibrio.
Busquemos nosotros la nuestra, en el marco de los consejos y recomendaciones que te hemos brindado.
Desde aquí, esperemos que estas líneas te sirvan de mucho en la búsqueda de las características de un clima laboral triunfador.