Es fácil confundirse entre creatividad e innovación. En muchos sentidos, dependen unos de otros.
Para ser creativo, un individuo, grupo o empresa debe ser capaz de proponer nuevas ideas. Pero para ser innovadores, necesitan actuar sobre estas ideas.
Algunos afirman que la creatividad y la innovación no se pueden medir. Sin embargo, se debe medir el rendimiento para que puedas identificar cómo se ve el éxito.
En un mundo que cambia cada dos segundos, es necesario que las empresas descubran la diferencia entre creatividad e innovación.
Es mejor que creas que son diferentes.
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Como sugiere la palabra, la creatividad se trata de la creación. Está relacionado con aprovechar el poder de la mente para concebir nuevas ideas, planes de productos, experimentos mentales, gustos, sensaciones o arte.
La creatividad puede ser una forma de expresión o una forma de resolver problemas. Cualquiera puede ser creativo y en cualquier contexto. Hay creatividad en el departamento de marketing, así como puede haber creatividad en un campo de fútbol.
Tradicionalmente, la creatividad se ha dejado en manos de aquellas compañías "extravagantes" que intentan hacer las cosas de manera diferente. Y la mayoría de las empresas tienden a favorecer un enfoque tradicional y monótono para administrar sus organizaciones.
Sin embargo, el panorama empresarial cambiante hace que las empresas estén comenzando a considerar un enfoque más creativo para trabajar.
La creatividad puede ayudar a una empresa a gestionar tareas, mejorar el rendimiento del personal y crear productos de calidad. También es vital para fomentar una imagen de empresa agradable y aspiracional.
Ahora que los consumidores pueden obtener una idea de cómo es la empresa, estas deben poder representar sus valores de una manera que las haga parecer atractivas.
A medida que las nuevas tecnologías continúan desarrollándose y están disponibles, las empresas deben ser flexibles y capaces de mantenerse actualizadas.
La creatividad les permite identificar fácilmente nuevas formas de aplicar la tecnología para ayudar a sus negocios. Del mismo modo, con las redes sociales y otras formas interactivas de marketing disponibles, es importante para las empresas ser creativas.
Permitir que los empleados sean más creativos puede inspirarlos a proponer ideas más interesantes y a mejorar su producción general.
Muchas de las principales empresas del mundo, han comenzado a adoptar métodos poco ortodoxos para alentar la máxima creatividad de sus empleados, como las cápsulas para dormir y las áreas de trabajo flexibles.
Para vivir una vida creativa, debemos perder nuestro miedo a equivocarnos. -Joseph Chilton Pearce
La innovación, por otro lado, necesita estabilidad y establecimiento. Se trata de cambiar un proceso común o de larga data al mejorarlo.
Esto solo se puede lograr al tener una reputación establecida. Si bien la creatividad e innovación comparten fuertes vínculos, los procesos son completamente diferentes.
La innovación consiste en tomar ideas recién creadas y convertirlas en algo útil y práctico. En muchos sentidos, la innovación es el proceso de convertir la teoría en acción.
El tipo de innovación más común es el evolutivo, lo que significa encontrar formas de realizar mejoras incrementales en sus productos y servicios.
Este tipo de innovación conlleva menos riesgos, ya que generalmente es más fácil establecer la demanda de estas mejoras y calcular el probable retorno de la inversión.
Sin embargo, todavía requiere un enfoque estratégico y específico: no tiene mucho sentido mejorar un producto de una manera que los clientes no valoren.
La mejor manera de identificar oportunidades para la innovación evolutiva es hablar con los clientes existentes y descubrir qué valoran más acerca de sus productos y servicios, y qué aspectos les gustaría ver mejorados.
Si la duración de la batería es tu prioridad número uno, entonces probablemente deberías ser tu objetivo número uno para la innovación.
Si también valoran la fácil portabilidad del producto, probablemente no sea una buena idea que tu nueva versión sea mucho más grande o más pesada.
La innovación es importante porque es la única forma en que puedes diferenciar tus productos y servicios de los de tus competidores.
Para que los clientes elijan tu negocio, tu oferta debe ser distintiva y valiosa, y la única forma de lograrlo es a través de la innovación.
Puede ser tentador dejar que tus rivales hagan todo el trabajo pesado de la creatividad y la innovación, con toda la inversión, la experimentación y los riesgos que esto conlleva. Luego, cuando encuentren un nuevo producto o mejora deslumbrante, simplemente puedes copiar lo que han hecho.
Sin embargo, hay varios obstáculos al tomar esta decisión.
Por más rápido que lleves tu versión al mercado, tus rivales siempre tendrán la delantera y ya estarán planeando su próximo movimiento.
Esto significa que los clientes elegirán primero a tus rivales, quienes mantendrán una reputación de liderar el grupo.
Tu negocio no se destacará porque siempre habrá alguien más que ya ha satisfecho las necesidades y los deseos de sus clientes.
Dañarás tu propia marca y también podrías correr el riesgo de infringir los derechos de propiedad intelectual de tu competencia.
La innovación no tiene que centrarse en cambiar un producto o servicio. Si puedes encontrar un nuevo proceso innovador que te permita crear un producto de manera más eficiente sin comprometer la calidad, podrás sobresalir de tus rivales rebajando tus precios.
Del mismo modo, tu innovación podría venir en la forma de un nuevo sistema de distribución, que te permite destacar al ofrecer la entrega más rápida a los clientes.
La principal diferencia entre creatividad e innovación es el enfoque.
La creatividad se trata de liberar el potencial de la mente para concebir nuevas ideas. Esos conceptos pueden manifestarse de muchas maneras, pero con mayor frecuencia, se convierten en algo que podemos ver, oír, oler, tocar o saborear.
Sin embargo, las ideas creativas también pueden ser experimentos dentro de la mente de una persona.
La creatividad es subjetiva, lo que dificulta su medición.
La innovación, por otro lado, es completamente medible. La innovación consiste en introducir cambios en sistemas relativamente estables.
También preocupa el trabajo requerido para hacer viable una idea.
Al identificar una necesidad no reconocida y no satisfecha, una organización puede utilizar la innovación para aplicar sus recursos creativos para diseñar una solución adecuada y obtener un retorno de su inversión.
Las organizaciones a menudo persiguen la creatividad, pero lo que realmente necesitan es la innovación.
Theodore Levitt lo expresa mejor: "Lo que a menudo falta no es la creatividad en el sentido de creación de ideas sino la innovación en el sentido de producción de acciones, es decir, poner las ideas a trabajar".
Debido a que la creatividad e innovación a menudo se confunden, se ha asumido durante mucho tiempo que no se puede forzar la innovación dentro de una organización. Está allí o no está.
Para emplear el pensamiento de diseño, es necesario entenderlo como un sistema de espacios superpuestos, en lugar de un conjunto de pasos de proceso para avanzar.
Esos espacios son:
Cualquier proyecto basado en el pensamiento de diseño puede regresar a un espacio anterior más de una vez a medida que un equipo explora, desarrolla e implementa su idea.
El pensamiento de diseño proporciona un enfoque consistente para definir los desafíos. Ayuda a las organizaciones a identificar problemas incluso antes de comenzar las sesiones de lluvia de ideas asociadas con la creatividad.
Ahora, las organizaciones pueden ver realmente lo que faltaba cuando las ideas anteriores no alcanzaron la sostenibilidad del mercado.
Utilizando el pensamiento de diseño, las organizaciones pueden capitalizar la creatividad prestando atención a la vida de la idea después de su desarrollo inicial.
Para tener valor, la creatividad aplicada siempre debe conducir a la innovación: vincular una gran idea con una necesidad real del cliente (o, mejor aún, ¡las necesidades de todo un mercado!).
El uso del pensamiento de diseño de esta manera también exige la guía de un liderazgo comprometido.
Explotar la creatividad e innovación en los negocios puede aumentar el rendimiento y el resultado final.
Fomentar la creatividad puede implicar muchas estrategias diferentes, desde permitir que los empleados trabajen fuera de la oficina hasta permitir que las personas entren y salgan de ella cuando se sientan listos para hacerlo, no cuando se espera que lo hagan.
La oficina misma debe ser amigable con la creatividad y hay formas de adaptar el entorno de trabajo para apoyar el talento de los empleados.
Es importante dejar que el personal se sienta libre al explorar nuevas ideas, ya sea retocando su producto existente o desarrollando un concepto completamente nuevo.
Involucra al equipo, comparte la responsabilidad, recompensa el buen trabajo y está listo para responder a los comentarios del mercado. Recuerda, tus ideas e innovación, no importa cuán asombrosas, aún necesitan satisfacer una necesidad entre los clientes.
No hay una fuente garantizada de grandes ideas, pero tienden a ser generadas por los empleados más comprometidos y positivos. No provienen de personal aburrido o estresado.
Las grandes ideas a veces provienen de sesiones de lluvia de ideas, pero tratar de forzar ideas puede ser contraproducente.
En realidad, es muy probable que surjan grandes ideas cuando se produce un problema particular que requiere una solución, o incluso cuando un empleado está de camino a casa, pensando en su día.
La clave es utilizar los valores y procesos de tu negocio para capturar estas ideas cuando sucedan, de donde vengan.
Los buzones de sugerencias del personal y el tiempo creativo asignado pueden funcionar bien, pero a veces todo lo que se requiere es un mensaje claro del jefe de que todas las ideas son bienvenidas.
Las organizaciones que se toman en serio el fomento de la creatividad e innovación deben lidiar con dos problemas principales: considerar los riesgos y la prevención al fracaso.
Toda innovación implica riesgo, y todos los riesgos incluyen la posibilidad de fracaso, el fracaso nunca debe verse como una marca negra. Es una experiencia de aprendizaje.
Los líderes y sus organizaciones no pueden tener miedo al fracaso, o nunca incorporarán la innovación que necesitan para satisfacer realmente las necesidades de los clientes.
El pensamiento de diseño ofrece un camino hacia la toma de riesgos es manejable, repetible y dirigido a maximizar la efectividad de la nueva idea.
Por supuesto, el término "innovación" implica algo nuevo y diferente. Aún así, prestar atención a las empresas que son consistentemente innovadoras en sus industrias siempre es una buena idea.
Piensa en estas empresas que utilizan los principios del pensamiento de diseño para lograr sus objetivos estratégicos:
La creatividad es importante en el mundo de los negocios de hoy, pero en realidad es solo el comienzo.
Las organizaciones necesitan fomentar la creatividad. Impulsar los resultados empresariales mediante la ejecución de ideas a través de un proceso de innovación pone esas ideas a funcionar, para las empresas y sus clientes.
La creatividad es el precio de la entrada, pero es la innovación la que paga las cuentas.
Siempre existen dudas entre creatividad e innovación, ya que ambas son importantes para que una organización dure más.
La existencia de ambos puede conducir al éxito. Después de una gran discusión, sepamos cómo podemos ser creativos: haciendo preguntas, sacando conclusiones, experimentando y explorando nuevas ideas y ampliando las áreas de pensamiento.
Para ser innovador, una persona debe tener la capacidad de correr riesgos, experimentar, hacer preguntas y observar cosas.
Ahora, sabes que ambas cosas están algo relacionadas entre sí.
